martes, 22 de diciembre de 2009

Príncipe del hambre.

Mi príncipe tenía los ojos verde agua
y reía como el sonido de las olas quebrando el mar.
Tenía rizos sabor a tierra
voz vacía;
tenía brazos cortos y carrera fugaz.

Mi príncipe temía del dolor y de la vida misma
me veía sin conocerme
me extrañaba sin recordarme
me quería sin quererlo
y sin quererlo le dolía.
Simplemente le dolía.

Mi príncipe era un niño de rostro mugriento
de ropas sucias y destruídas
de vida injusta y maldita.
Mi príncipe tenía el futuro pisado
y un amor en el pecho
más grande que el mundo mismo,
el mundo dividido donde le tocó nacer.

Mi príncipe es tan hermoso
que la sociedad entera le tiene envidia
envidia su sangre y su alma pura
y por eso nadie le entiende.
Su pobreza,
su hambre,
su desilución.
Nadie le entiende.

Para F.M.A.C.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Verso triste.

No te imaginas la tristeza
que me habita en los párpados;
el dolor tan entrante
tan vacío e ingenuo.
Te veo hoy
para no verte mañana
para arrancar tus raíces de mi corazón en vela.
Te veo hoy
y te imagino mío
mío
preciso y certero.
Te imagino arrodillado
ante la valentía de este amor no-correspondido
ante la lejanía de nuestros pasos
ante la mirada de nuestros dioses.

No te imaginas cómo pesa
la niebla que me habita en los párpados.
No te imaginas cómo arde
cómo duele
cómo brilla
que tú y yo
ya no seamos nosotros.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Verso doliente

Para mí el dolor es como un tren de mil andenes
un obstáculo tan subjetivo y propio
la vida misma sonriendo en ironía.

El dolor es como un verso perfecto
una punzada en el alma protestante
eso que odiamos y amamos a la vez
porque jamás duele lo que no se ama
jamás se extraña lo que no se va.

El dolor es la puerta de giros interminables
son los pasos necesarios y el pánico en las venas
es aquello que no fue
que pudo ser
que ya no será;
aquello que olvidabas hasta que dolió.

Para mí el dolor es nubes descoloridas
árboles deshojados
amores no-correspondidos
sangre sin paz.

Es poesía.
Es canción.
Es letras.
El dolor eres tú
sin ti
y conmigo.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Cuento corto.

Enamoradizo y pasivo, lentitud al andar, armonía en vivir. Ella lo dejó por otro y destrozó su corazón en cientos de pedacitos incorregibles. Un agujero en el pecho, un vacío profundo, despiadado, audaz. Comenzó a correr un día y jamás dejó de hacerlo. Todos lo miraban por su ventana; la señora tejiendo, el hombre despertando. La vecina ya no lo mira pues prefiere la novela. Suponen que jamás se le fue el dolor.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Verso deshecho.

Estabas corriendo hacia donde nunca llegaría
hacia el plazo más lejano de partida
corrías inigualable
alto, macizo y querido
con perfección perdida
con perfección marchita
corrías hacia donde nunca llegaría.

No te preocupes más
del sofoco entrante
los anteojos empañados
la risa cripada de ironía.
No te preocupes de ti
ni de mí
ni de nadie
ni de los colores del abismo
ni de las sombras de tu pecho.

Emprende bien lejos
bien tarde y bien duro
emprende, conoce, despierta
no te preocupes nunca más
vive la realidad que escogiste
que yo viviré la mía
la absolveré de rencor y pasión
desde hoy y para siempre
yo viviré la mía.

domingo, 8 de noviembre de 2009

EXCLAMAR.

¿Alguien con twitter?

sábado, 17 de octubre de 2009

Verso de ida sin vuelta.

"Y no lo entiendo, fue tan efímero:
el caminar de tu dedo en mi espalda
dibujando un corazón.
Y pido al cielo, que sepa comprender
estos arranques de celos que me entran
si yo no te vuelvo a ver"
Melendi.

Se viene un cambio y no es contigo;
una noche fría y un cielo estrellado
mis versos estrujados
dañados
insulsos
se viene un mañana incierto y desigual
tu ausencia y un martirio constante.

Ya no me importa tu felicidad
tú mataste la mía
la llenaste de malas palabras
de malos rencores
de dolores ajenos
y así te marchaste;
suave y punzante
te marchaste
sin calma
sin risa
sin nada.

Se viene un punto final afilado
el corte de mis sueños
se viene un cambio
tan monstruoso
tan bueno
se viene un cambio
y me obsesiona
me obsesiona el hoy
el mañana
el quizás
la vida sin ti
que ya no es vida.

lunes, 12 de octubre de 2009

Verso de adiós.

Si me perdí errante de camino
en una nebulosa literaria y menguante,
si me ahogué en el mar libre de abrazo
si mi pecho se desgarra
si mis dedos por primera vez
se quedaron sin drásticas palabras.

Ya perdimos ambos, huracán;
vientos
ganas
y cielo.
Perdimos el deseo de soledad acribillada
y yo me marcho con mi guerilla
y yo ya te dejo en paz.

Si me perdí errante de camino;
yo jamás supe de amor.

sábado, 3 de octubre de 2009

De ti.

De tu rostro se viste la miseria
la desigualdad de dos pobres y piadosos;
de tu rostro viste el verso apasionado
que nunca veré en tu boca
que nunca sentiré de tus labios
tan llenos de rencor
de astillas de madera
tan
tan llenos de nada.

De tu rostro se viste este dolor
esta vida de hormonas y encierro;
esas preguntas repetidas y perjuradas
el malnacido juez de mi destino
tan enterrado te veo
tanta tierra maldecida
tan enterrada me siento.

De tu rostro se viste aquel todo
tal vez perdí mi cuenta y mi espacio
tal vez olvidé medirme en amor
y así quedamos tan vacíos y solos
tú tan perdido en los vicios
yo tan ausente de gracia y maldigo
maldigo la espera vana
el cigarrillo en tus labios
maldigo al borracho del bar
que te aguanta las penas que yo no puedo.

Que simplemente no puedo.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Siempre.

Siempre quise ser la ley, y tomar el poder y explotar corazones. Siempre quise ser el camino de vuelta a casa, el nido de pájaros, una maleta abierta de par en par. Estoy en un abismo, amor, quiero ser y no quiero. Tengo el sueño de mi vida a un centímetro, tengo alas de centauro, tengo cada vez más una incertidumbre de desvelo.

Siempre quise ser ley, mas me ahogo en tu censura.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Frase I

Yo no estoy enferma.
Estoy rota.

Frida Kahlo.

viernes, 31 de julio de 2009

Verso IV.

Llevo un mar furioso en el alma
una mañana imperfecta
desafiante
descuidada
llevo tantas cosas
tantas cosas que me pesan
un trillón de historias
estufa fría
tu mano entre sus dedos
tu mano ausente
siempre
tu mano ausente.

Llevo un ardid airoso en los ojos
el temblor
de un amor inquieto
llevo tu voz tatuada
tatuada en mi sangre
en mi piel y mis sienes
llevo rencores de ti
de ti otra vez
llevo rencores sin fin.

Llevo simple pero triste un verso
llevo mi espera sin calma
la rutina sin pena
llevo mi vida a cuestas rotas;
si este sentir se cansa vencido
si estas venas siguen dolidas
yo
amor mío
yo prefiero decir adiós.

lunes, 27 de julio de 2009

Verso triste.

No anhelo un día eterno
ni complice errante y desolado;
no anhelo mar furioso
tierra inquieta
ni este odio que arremete
después de amarte en seco
no lo anhelo;
no.

No anhelo el frío de tus pies rebeldes
mentirte otra vez
redescubrirte;
no anhelo decirte que ya es tarde
que así no
hoy no
así no llegarás a casa.

No anhelo nada
anhelo todo
el florido escaso
el amanecer tardío
tocarte y amarte;
olvidarte y vencerte
hoy tengo miedo y te veo
te veo vacío
impertérrito
cómo si fueras perfecto
de hueso roído y perfecto.

No anhelo tu triste mirada
yo no anhelo nada;
no.


martes, 7 de julio de 2009

Verso III.

Llegar casi salvados
revestidos de escamas e ironía
sonriendo en desánimo
sonriendo en crisis
llegando
más tarde que cualquiera.

Llega hoy
que el mañana se hunde frío
que el ocio crudo me lastima
llega hoy poco valiente
y nada audaz
llega hoy
destruído
te quiero tanto hoy
que no llegas y te extraño.

Llegar;
cuándo vas a llegar
agrietado de mente y de vida
tan vacío tu corazón
llegarás
llegaré
llegaremos;
más tarde te veré llegar
y olvidaré cerrar la puerta.

domingo, 28 de junio de 2009

Ser (todo y nada).

Somos un ruido alto y vibrante que no cesa. Somos aire tibio. Somos paz perdida. Somos el deseo de ya no ser; ambos somos tan distintos, tan obstusos, tan extraños al mirarnos. Somos sombras de márfil; tú creces con la hierba, tú sabes volar. Yo crezco desde adentro, alta y sonora, yo crezco con mi alma herida viéndote estallar; los pies descalzos, los labios turbios. Somos el cielo estrellado; tú prefieres teñirte de humo y atiborrarte de vicio; yo prefiero que ya no duela, simple y limpio; que jamás duela.

sábado, 27 de junio de 2009

Te vi.

Te vi drogado entre las gentes del lugar, con la sonrisa abrumada y las pupilas enrojecidas. No esperaba verte allí. No así; débil y cansado de tus mundos propios. Estabas fumando tan fácil, tan irremediable, y yo supe que se avecinaba una catástrofe maldita y desdichada; catástrofe de tus ojos quietos y mis manos muertas.
Ando trayendo un enorme desperdicio en el alma; un amor podrido, dos recuerdos raros, tú fumando... tú fumando. Débil y cansado, fumando. Yo despertando del letargo y el estrago que me dejaste en la vida; fumando, sin frenos, sin ideales más que la hierba descarada.
Sólo mi expresión quedó, mi expresión trémula y malherida. Dónde terminarás tú. Dónde terminaré yo. Ahora entiendo por qué no llegas. Ahora te veo y sé que no estás.

martes, 23 de junio de 2009

Pobres de nosotros.

Cuánta
cuánta pobreza
veo un alma vieja
tan rota y pestilente
cuánta
cuánta pobreza
veo mil soles extinguiéndose;
tengo miedo de verte
y no saber sanarte
tengo miedo de entrar
y no saber salir.

Cuánta
cuánta pobreza
dónde estaba el mundo
cuándo caíste perdido
humillado
desolado
dónde
dónde estaba yo
tu gobierno y mi techo;
dónde estaba tu orgullo
tus pies tan heridos
mi andar rutinario
de veces incapaces.

Cuánta
cuánta pobreza
ya tengo mis ojos cansados
ya tengo la protesta gastada
verte tan gris
tan solo
tan extenuado de alma
tan pobre diciendo bajito:
cuánta
cuánta pobreza.

martes, 16 de junio de 2009

Verso II (mi huracán maldito).

Delira mi sentido
mi noción del pensamiento
esta lluvia hirviendo
sin moraleja y a destajo
una soledad tan mía
propia, fugaz y maldita.

Ven,
críticame
esta suerte de sobreviviente
esta suerte de mafia pura
críticame hasta que me muera
hasta que nuestra riña alcance bosques
y piñones
y nubes fogosas.

Ven y mátame
inciéndame
haz que se me vaya el amor
que se mueran estas ganas
de recitar dolores brillantes
haz que la vida se me escape entre los dedos
oblígame a sucumbir
sin resucitar
jamás.

Desbandas un verso casual;
tengo la frente con fiebre.
Me enamoré de un alma libre
amor mío
huracán
y tengo la frente con fiebre.

viernes, 12 de junio de 2009

Verso I (mi rabia y tu voz ronca).

Escribo
para cansarme de tanta pena
y rabia escatimada.

Escribo
para borrar tu voz ronca
para saciar mi sed voraz
de ambulante insaciable
para quitar mis rencores
para matarlos también.

Escribo
pues hoy soñé que no escribía
y paró el cielo y la tierra
y las nubes y los árboles
y el corazón fracasado
paró
otra vez.

Escribo
para suicidarme hoy
para renacer mañana
para martillearte en mi nostalgia
y transformarme en letras
hoy
mañana
nunca y siempre.

Escribo
porque no sé hacer nada mejor.

lunes, 8 de junio de 2009

Duda.

Incluso así; estático e inactivo.
Tengo el pecho a tajo abierto y un amor creciendo.
Tienes los pies clavados y la boca traviesa;
yo no sé, enserio ya no sé, qué hacer ahora contigo.
Me atormenta la culpa.
Me atormenta tu voz.
Creer y andar, apostar, cometer;
porque vienes y te vas tan incesante e inescrutable.

Por qué no me colmas de tristeza y me quitas la ilusión;
por qué no me matas de indecisión de una vez por todas.

jueves, 4 de junio de 2009

Protesto.

Protesto
contra los vientos salvajes
que sacuden mis ojos sombríos;
contra el cántico de pichón
la cueva del desamor
empedernida
disociativa
un suspiro amable y deshonrado
protesto.

Protesto
traidor arremetido
por tu llegada inesperada
por el ardido deseo;
por no saber si este amor
calma mi paz
calma mi instinto
o sólo enerva mi protesta.

domingo, 31 de mayo de 2009

Para ti.

Te odio tanto como me lo permite este corazón de madera estrecha y amortajada; porque no quiero sentir otra cosa, ya se pasó la época y ahora sólo queda un silencio que me acecha. Te odio aunque no pueda, aunque un malogrado amor se escabulla por mis poros; a pesar de que hoy amaneció igual que ayer, y los días carezcan de sentido. Estrellándome contra mis temores, me tiemblan los dedos y me niego a escribirte, se me incendian los labios y no quiero nombrarte.

Te odio tanto como me lo permite el cuerpo, porque hoy aposté menos y tengo miedo. Porque creí el corazón hueco y me obligaste a renacer.

viernes, 29 de mayo de 2009

Nuevo.


Hoy hablo de ti como si tuviera el corazón limpio, como si el amor se azotara violento contra mi pecho y mis venas. Hoy hablo de ti como siempre quise hacerlo; quiero que me mires y no me veas, que extrañes mi voz y la encuentres bajo tu cuello. Hoy te encuentro distante y recién te conozco, me embargo de tus colores y me arden los ojos, la piel; las pestañas escarchadas. Sucedáneo a mis letras, el fuego está gritando y mis oídos explotan, el fuego me habla de ti como yo lo hago ahora, y tu nombre aún tiembla, se difunde, y acerta. Creo que te amo y no quiero. No hoy; no esta vez.

sábado, 23 de mayo de 2009

Si ya te vas.

Sin reflejos y directo a los ojos. Trémulo. Consciente. Estalló de pronto y yo, desorientada, encontré tantos culpables y ninguno eras tú. Ya no queda mucho de qué hablar; sólo me sale el dolor en verso por tus ojos miel borrándose entre la gente. Si ya no me enamoré de un cuento de perdices, si ya no conocí a Benedetti, si ya me ahogo en mi propia inspiración; vete porque aquí me sobra llanto y cobijas. Vete porque a pesar de mi nostalgia, yo ya te dije adiós.
Si ya me dejaste caer; ya no puedes salvarme.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Tanta sangre entre tus manos.

Poco a poco van cesando los truenos, y aunque no alcanzo a ver el sol: la tormenta esfumó su especie y jamás le vi volver. Hoy me siento en felicidad escuálida y desesperada, por las voces que me gritan, por el arranque de tu piel. Hoy tengo poemas en la médula que se te clavan en la espalda; tres versos corrompidos que no pude hacer canción. Hoy me quiebro en cuatro partes y así mismo me recojo; porque éramos dos y sólo queda uno. Porque siento la muerte próxima y el nacimiento lejano, porque ahora que puedo verte hay tanta sangre entre tus manos. En qué momento, vida mía; en qué momento olvidaste que yo también estaba viva.

sábado, 9 de mayo de 2009

Relevo (sin vuelta).

Sabrás hacia donde giró tu timón en el momento dado. Dónde terminaste después de pasar por todo y quedar con nada; dónde reposa esta alma humilde, errante y cansada. Tus sueños ya no son los míos. Tu boca ya no delinea la mía. Mi camino va por la tierra seca de llanto y roída de andares; tú camino va por allá y acá, te quise tanto pero ya perdí el recorrido de tus pies. Esta estrechez de vida se acrecienta y estremece, tú quieres autonomía de palabra y colores de risas. Yo prefiero cansarme de tanta metáfora; y con estos débiles dedos escribirte, y con esta voz triste cantarte. Quizá me oyas grave antes de marchar, y sepas que hace muchos años que dejaste de ser paz para estos brazos. Sosiego para estos hombros. El vértigo que me da despedirme se ata a mi cuello; cada vez más insoportable, cada vez más despacio; sólo quiero decir que sin ti termina la era esporádica y de nuevo comienzo otra vez.

domingo, 3 de mayo de 2009

Yace y muere (con verso triste).

Yace entre tu pecho inconsciente y callejero. Se escabulle por tu cuello; muere por tu boca. Protesta la atención perdida y me margina de sus fauces. Le infunde odio a esta injusticia y se acoraza de cobarde. Tú, ya eres tú, y sabes que yo no quería perder e igual perdí. Sabes que extrañaré aquellos días, y de todas formas te esfumas. Sabes que extrañaré la primavera, y de todas maneras te esfumas. La mirada clara sólo acrecienta mi fervor, se estampa esta vez en mi pecho y termina toda duda. Sígueme, que me siento la sangre temblando y olvidé hacia donde era. Sígueme, que ojalá me hubieran arrancado el corazón y los ojos, que ojalá me hubieran enterrado viva y sorda, y muda y sincera. Tu pecho se eleva y se me empaña la vida; quedé sin ti y así me siento.

sábado, 25 de abril de 2009

Tengo.

Tengo un canto de muerte que se me aferra a la garganta. Tengo una pena tremenda, que no es de nadie y es de todos; que me escuece en los límites y marchita mis sentidos. Si le doy freno destroza el sosiego, si le doy vida desgarra mi paz. Tengo un recuerdo eterno entre los dedos; quiero cuidarlo, quiero olvidarlo. Cómo dejarte sin que estés aquí. Cómo arrancar de este otoño entrante, de este invierno frío; la primavera alada. Quiero más y quiero menos, quiero tu brillo y tu rabia, tu calma y tu risa; que termines la espera. Cómo quedarme con esta pena, con este canto, con esta gana maltratada que difama. Cómo dejarte sin que estés aquí, si ambos sabemos que se perdió el momento perfecto, y que todas mis guitarras se quejan de tu ausencia.

miércoles, 22 de abril de 2009

Bruma.


Bruma que no es pero que sería, ya se me enfrió el momento y medio pálido murmuró: "pasa que me cansé de soñar". Desaparecieron las excursiones, los trenes, las cartas papel arroz y sólo quedaste tú, tan difuso y sin saber que yo te quiero aún más cuando dejas de estar. El día se va acabando y ambos quedamos mirándonos; tú rodeado de luces refulgentes y yo enceguecida y temerosa. Haces de cometas se desmororan de a segundos; quiero volver a verte esta vez.
Bruma que no es, porque sin tu cabello anochecido no queda niebla, ni sinsabores ni noches en vela; pero que tal vez sería, por si algún día decides convertirte en el abarrote de mi despecho, y dejas de regresar.

domingo, 19 de abril de 2009

Cuento corto II.


Cada día se levantaba con los ojos cristalinos y los labios resecos, víctima de sus sueños más fríos y lejanos como el mismo invierno. El pelo enmarañado, la camisa holgada, la lluvia que empañaba los vidrios de su cuarto. Muchas veces lloraba ahogada agarrándose el pecho con ambas manos, entre gemidos y canciones tristes. Muchas tardes se encerró entre las cuatro paredes de su dormitorio, aferrada al velo del pasado y a las memorias que sangraban sus pies.

Así pasaron las estaciones. Primavera, verano, otoño. Y volvió otra vez el invierno. Ya no sufría tanto; sólo pequeños retazos de su antiguo dolor, llantos esporádicos y canciones menos restregadas en la melancolía. Un día se quitó la camisa holgada, y descubrió que en su espalda ya no había nada; ni ex-novios, ni violonchelos, ni e-mails releídos todos los días. Entonces se peinó el cabello, se lavó la cara, y siguió lloviendo.

miércoles, 15 de abril de 2009

De la melancolía.

De la melancolía salió tu nombre, y arrastraba tras sus pies el pasado grisáceo de mis sentires. De la melancolía se escapó; incrustándose de las estrellas que al caer dejaron tan oscuro este cielo. Me pides un beso y te escondes. Te tomo la mano y me estrello; tu carácter escurridizo, el voluble roce de tus dedos. De buena o de mala gana, yo te amo estando o no. Te amo inquieto e ido. Te amo escueto y maldito. Pues de la melancolía nació tu nombre, y si tú no mueres con ella, si tú no das media vuelta; qué hago yo aquí sentada, qué haces tú entre mis letras.

domingo, 12 de abril de 2009

Cuento corto.

Eran dos y se amaban. Tanto, tanto, tanto. Él se intoxicaba de Shakespeare cada vez que le recordaba. Ella lloraba cuando no le veía pasar frente a su casa, con un ramo de rosas blancas y la sonrisa resplandeciente. Se quisieron por tres años y cuatro días; hasta que él partió a la guerra y la dejó con el corazón partido en cuatro sobre la almohada desgastada. Juraron reencontrarse, ella llorando más que nunca y él citando a Romeo con un nudo en la garganta.

Pasaron los años. Él se equivocó de día y ella de mes, y así fue como se quedaron sin final feliz.

Que no me duela.


Que no me duela el dolor, y mucho menos la nostalgia; tu risa inmerecida color márfil, el otoño que cae sobre mis brazos. Que no me alcance cúpido ni el demonio de tus ojos, que no me convenza, que no me juzgue, que no me duela jamás. Que no me recuerde cómo eran tus aires de aturdido antes de media noche, antes de que te dieras vuelta y me dejaras entre multitudes con las manos rotas y la voz chillona; "qué conciencia que queda después de tu partida".

sábado, 11 de abril de 2009

Retazos de ciudad.


Pronto volverán los retazos de ciudad
el crimen organizado de tus manos y tu cuerpo
las ganas locas de trepar por los faroles
olvidar que te olvidé
y recorrerte hasta la sombra.

Pronto volverán las calles frías
reticentes
y salpicadas de desamores;
reír sin saber de risas
llorar sin saber de lágrimas
o simplemente cansarme
de evocarte tanto en la mente
entre cafés
y demás.

Es que casi me morí de pena
y cerré mis heridas burdas e intranquilas
con una fuerza exagerada;
y los retazos de ciudad
se opacaron
y murieron
y quedaron atrás.

Te esperé tantos años,
y vienes ahora.

miércoles, 8 de abril de 2009

Continente.

Recuerdo cuando decías que África era tuya y te dolía amarla. Sus tambores se fundían con tu voz y la piel mostaza con tu vida. Recuerdo cómo le contemplabas bajo la lluvia cálida que nos cubría a ambos; yo detrás de un viejo tronco y tú observando el cielo con expresión melancólica. El paisaje se tornaba borroso y medio turbado, mas tú seguías con la vista fija y las pestañas regadas de memorias. Tu boca estaba empapada de blasfemias y amores sin corresponder. Yo cansada de tanto andar. África soltó su llanto protestante con furia desmedida y tú desapareciste, tras la manada de elefantes grises y salvajes que traía entre sus manos. Recuerdo cuando me aferré al árbol temerosa de tu dolor y oí por última vez la voz ronca que brotaba de tu garganta: "Incluso corriendo llegaste tarde", dijiste. Entonces me supe tuya y, acorralada, me dieron ganas de llorar.

Jv.

viernes, 3 de abril de 2009

Empero que te espero.

Empero que te espero, a pesar de que estoy triste y demasiado serena; el sol sale antes de lo conveniente y yo hundo la nariz en mis largas pruebas coeficiente dos. Empero que te espero, esté donde esté tu cuerpo y vuele por donde vuele tu mente. El pan con té es dulce si lo como despacio, mis palabras calan suave si las pronuncio lento; empero que te espero, que si no te espero, deja de ser piadosa la mentira. Que si no hay empero, entonces no hay ni verso ni ganas de correr.

Empero que te espero.