domingo, 7 de febrero de 2010

Tristeza.

Me lloran los dedos cuando hablo de ti. No es aflicción emergente; no es la culpa invicta de ya no ser dos. Es simple, es claro, es eterno. Me lloran los dedos, me llora el aliento, me sangra la voz cuando hablo de ti. Será el verano en soledad, serán tus tardes lejanas, será el hecho de extrañar cuando ya no se está. Será el murmullo, el tú y yo que ya se marchitó.

martes, 2 de febrero de 2010

Verso.

Casi perfecto en mi imposible andar
casi perfecto y de ojos rasgados
de marrón puro
marrón triste
en una mañana inquietante que ilumina tu rostro
te veo y me enamoro de pronto
y te sigo así
y te nombro así
corazón, corazón
hombre casi perfecto.

Casi perfecto en mi imposible andar
me robaste la vida en un segundo
y te olvidaste
fácil y rápido
olvidaste cerrar la herida
la despedida sin prisa
aplacar el dolor de no verte más
de no verte hoy
de no verte simplemente
ya no verte.