martes, 16 de junio de 2009

Verso II (mi huracán maldito).

Delira mi sentido
mi noción del pensamiento
esta lluvia hirviendo
sin moraleja y a destajo
una soledad tan mía
propia, fugaz y maldita.

Ven,
críticame
esta suerte de sobreviviente
esta suerte de mafia pura
críticame hasta que me muera
hasta que nuestra riña alcance bosques
y piñones
y nubes fogosas.

Ven y mátame
inciéndame
haz que se me vaya el amor
que se mueran estas ganas
de recitar dolores brillantes
haz que la vida se me escape entre los dedos
oblígame a sucumbir
sin resucitar
jamás.

Desbandas un verso casual;
tengo la frente con fiebre.
Me enamoré de un alma libre
amor mío
huracán
y tengo la frente con fiebre.

10 consideraron:

ABRIL dijo...

' Me enamoré de un alma libre '
HERMOSO !


sonrisas.

Gina Nordbrandt dijo...

Porque cuando uno se enamora de un alma libre es doloroso... maldita alma libre que nos deja solos entre la hojarasca de las ilusiones desparramadas.
Extrañé tanto leerte, me alegro leerte, estar de regreso.
Saludos saturnianos!
Bella semana!

Kid A dijo...

Como nos gusta el dolor!!!... y el amor jeje
saludos :)

curarme-de-ti dijo...

"...que se mueran estas ganas de recitar dolores brillantes (...)". Brillantes son tus versos, que dejan esa sensación de dolor inacabado que sólo puede matar quien lo causó... 1 Besiño grande

joAco dijo...

Que se me quemen los dedos si te hago caso, que se me pudran las palmas si te aplaudo:

la negativa al dolor
el rechazo al llanto
la creencia en la fiebre
el escaparle al hervor de la lluvia
lo no vindicado.

Ignacio Reiva dijo...

Como vivir después de ese enamoramiento si no es amando. Excelente texto.

Anónimo dijo...

que ganas de ser huracán de vez en cuando. adoro tus letras.

Cristian Briceño González dijo...

Excelente... me encantó la constante apelación al otro, al amante, al huracán.

Muy fluido, muy bello.

Saludos!

joAco dijo...

Nada, en realidad, necesita ser leído. Escribimos (evitando parafrasear tu entrada anterior) para purgarnos, por cobardía a 'decir'.

no es extraño que se toquen nuestros sentires, si es que tomamos lo análogo entre nuestras vías expiatorias como una marca indicial de lo que realmente somos.

Es innegable el punto de contacto, señora.

joAco dijo...

sabe qué?
mándeme un mail. es preciso.
mi correo está en mi perfil.

Publicar un comentario