
Hoy hablo de ti como si tuviera el corazón limpio, como si el amor se azotara violento contra mi pecho y mis venas. Hoy hablo de ti como siempre quise hacerlo; quiero que me mires y no me veas, que extrañes mi voz y la encuentres bajo tu cuello. Hoy te encuentro distante y recién te conozco, me embargo de tus colores y me arden los ojos, la piel; las pestañas escarchadas. Sucedáneo a mis letras, el fuego está gritando y mis oídos explotan, el fuego me habla de ti como yo lo hago ahora, y tu nombre aún tiembla, se difunde, y acerta. Creo que
te amo y no quiero. No hoy; no esta vez.