domingo, 28 de junio de 2009

Ser (todo y nada).

Somos un ruido alto y vibrante que no cesa. Somos aire tibio. Somos paz perdida. Somos el deseo de ya no ser; ambos somos tan distintos, tan obstusos, tan extraños al mirarnos. Somos sombras de márfil; tú creces con la hierba, tú sabes volar. Yo crezco desde adentro, alta y sonora, yo crezco con mi alma herida viéndote estallar; los pies descalzos, los labios turbios. Somos el cielo estrellado; tú prefieres teñirte de humo y atiborrarte de vicio; yo prefiero que ya no duela, simple y limpio; que jamás duela.

sábado, 27 de junio de 2009

Te vi.

Te vi drogado entre las gentes del lugar, con la sonrisa abrumada y las pupilas enrojecidas. No esperaba verte allí. No así; débil y cansado de tus mundos propios. Estabas fumando tan fácil, tan irremediable, y yo supe que se avecinaba una catástrofe maldita y desdichada; catástrofe de tus ojos quietos y mis manos muertas.
Ando trayendo un enorme desperdicio en el alma; un amor podrido, dos recuerdos raros, tú fumando... tú fumando. Débil y cansado, fumando. Yo despertando del letargo y el estrago que me dejaste en la vida; fumando, sin frenos, sin ideales más que la hierba descarada.
Sólo mi expresión quedó, mi expresión trémula y malherida. Dónde terminarás tú. Dónde terminaré yo. Ahora entiendo por qué no llegas. Ahora te veo y sé que no estás.

martes, 23 de junio de 2009

Pobres de nosotros.

Cuánta
cuánta pobreza
veo un alma vieja
tan rota y pestilente
cuánta
cuánta pobreza
veo mil soles extinguiéndose;
tengo miedo de verte
y no saber sanarte
tengo miedo de entrar
y no saber salir.

Cuánta
cuánta pobreza
dónde estaba el mundo
cuándo caíste perdido
humillado
desolado
dónde
dónde estaba yo
tu gobierno y mi techo;
dónde estaba tu orgullo
tus pies tan heridos
mi andar rutinario
de veces incapaces.

Cuánta
cuánta pobreza
ya tengo mis ojos cansados
ya tengo la protesta gastada
verte tan gris
tan solo
tan extenuado de alma
tan pobre diciendo bajito:
cuánta
cuánta pobreza.

martes, 16 de junio de 2009

Verso II (mi huracán maldito).

Delira mi sentido
mi noción del pensamiento
esta lluvia hirviendo
sin moraleja y a destajo
una soledad tan mía
propia, fugaz y maldita.

Ven,
críticame
esta suerte de sobreviviente
esta suerte de mafia pura
críticame hasta que me muera
hasta que nuestra riña alcance bosques
y piñones
y nubes fogosas.

Ven y mátame
inciéndame
haz que se me vaya el amor
que se mueran estas ganas
de recitar dolores brillantes
haz que la vida se me escape entre los dedos
oblígame a sucumbir
sin resucitar
jamás.

Desbandas un verso casual;
tengo la frente con fiebre.
Me enamoré de un alma libre
amor mío
huracán
y tengo la frente con fiebre.

viernes, 12 de junio de 2009

Verso I (mi rabia y tu voz ronca).

Escribo
para cansarme de tanta pena
y rabia escatimada.

Escribo
para borrar tu voz ronca
para saciar mi sed voraz
de ambulante insaciable
para quitar mis rencores
para matarlos también.

Escribo
pues hoy soñé que no escribía
y paró el cielo y la tierra
y las nubes y los árboles
y el corazón fracasado
paró
otra vez.

Escribo
para suicidarme hoy
para renacer mañana
para martillearte en mi nostalgia
y transformarme en letras
hoy
mañana
nunca y siempre.

Escribo
porque no sé hacer nada mejor.

lunes, 8 de junio de 2009

Duda.

Incluso así; estático e inactivo.
Tengo el pecho a tajo abierto y un amor creciendo.
Tienes los pies clavados y la boca traviesa;
yo no sé, enserio ya no sé, qué hacer ahora contigo.
Me atormenta la culpa.
Me atormenta tu voz.
Creer y andar, apostar, cometer;
porque vienes y te vas tan incesante e inescrutable.

Por qué no me colmas de tristeza y me quitas la ilusión;
por qué no me matas de indecisión de una vez por todas.

jueves, 4 de junio de 2009

Protesto.

Protesto
contra los vientos salvajes
que sacuden mis ojos sombríos;
contra el cántico de pichón
la cueva del desamor
empedernida
disociativa
un suspiro amable y deshonrado
protesto.

Protesto
traidor arremetido
por tu llegada inesperada
por el ardido deseo;
por no saber si este amor
calma mi paz
calma mi instinto
o sólo enerva mi protesta.